miércoles, 26 de enero de 2011

Pensamiento y concepto

Jorge Serrano.
Pensamiento y concepto. 1 JORGE SERRANO PENSAMIENTO Y CONCEPTO De
S
Pensamiento y concepto leerás el capítulo 1 "Pensamiento". El texto original ha sido transcrito para que además de la impresión tengas el archivo electrónico. Esta lectura te ofrece distintas perspectivas acerca de lo que es el «pensamiento». La definición de «pensamiento» expuesta por Serrano es muy sencilla, sin embargo ésta debe servirte sólo como base para ejemplificar la relación del lenguaje y el pensamiento; analogía que te será de utilidad para abordar y comprender los contenidos de la primera unidad en tu curso Lenguaje y Pensamiento I. ERRANO, Jorge A. (2003). Pensamiento y concepto. México: Trillas, 13-18. Jorge Serrano. Pensamiento y concepto. 2 El pensamiento A lo largo de la historia de la filosofía se han propuesto, acerca del hombre, definiciones diferentes, no precisamente contradictorias, pero que han tenido en cuenta para la definición del mismo determinado ángulo de consideración y diferente pretensión al hacerla. Se ha dicho que el hombre es un «animal político» (Aristóteles), un «animal económico» (Marx), un «animal comunicativo» (en ciencias de la comunicación). Sea cual fuere de las anteriores definiciones la que más se acerque a lo que es el hombre, podemos, sin querer proponer otra definición, señalar el hecho de que el hombre es un ser que se comunica con sus semejantes de una manera muy peculiar. Se comunica con sus congéneres utilizando una gran variedad de signos y sistemas, uno de los cuales –y probablemente el principal– es el lenguaje hablado. Ahora bien, a través de tal lenguaje se trasmiten los pensamientos del Hombre y, ciertamente, también por medio de otro tipo de signos. De tal manera que los pensamientos constituyen, por así decirlo, los fundamentos mediante los cuales el hombre constituye su vida intelectual. Todo el cúmulo, de conocimientos que va pasando a través de las generaciones, se puede realizar debido a los pensamientos que todos los hombres –los más notables de entre los que han vivido– han concebido. Pero no sólo eso; la misma vida cotidiana, la más ordinaria, la lleva a cabo el Hombre, en gran parte, gracias a sus pensamientos; la formidable red de relaciones que los hombres van tejiendo a partir de los primeros núcleos (familia, pequeña sociedad, escuela, sociedad, nación y, finalmente, la humanidad entera) está constituida por los pensamientos que los hombres han elaborado y continuamos elaborando. Imposible imaginarnos una sociedad formada por seres inteligentes y sensibles como nosotros que, no pudieran comunicarse de alguna manera sus pensamientos. Se podría añadir todavía algo más: en efecto, el hombre, gracias a sus pensamientos, ha sido capaz de elaborar la ciencia; o mejor si se quiere, el conjunto de ciencias y los derivados de las mismas, que en su conjunto conocemos con el nombre de técnica. Gracias a todo esto vivimos con los adelantos que todos conocemos; el arte mismo –no de la misma manera, desde luego– ha sido posible gracias al pensamiento del hombre. Parece, pues, si observamos con detenimiento las cosas, que por todas partes el pensamiento del hombre invade la realidad; el pensamiento humano se encuentra presente en todas partes en donde el hombre ha puesto su huella. Cultura, civilización, etc., han sido posibles –son posibles– debido, en gran medida, al pensamiento del hombre. 1.1 DEFINICIÓN DEL PENSAMIENTO Son diversas las definiciones que existen acerca del pensamiento; esto se comprende perfectamente, ya que depende del aspecto primordial que en él se considere, de la misma manera
que un determinado objeto puede ser visto de diferentes maneras por una serie de personas, dependiendo del ángulo, de la distancia desde el cual dicho objeto es observado. El pensamiento, pues, puede ser considerado –observado intelectualmente– desde diferentes perspectivas; la definición que de él se dé puede ser distinta con relación a otra definición que se sitúe desde un punto de vista diferente. La psicología, la literatura, la lingüística, nos presentan sus respectivas y peculiares definiciones acerca del pensamiento; de un árbol, por ejemplo, un artista, un botánico y un ingeniero, nos pueden entregar diferentes nociones acerca de eso que nosotros denominamos «árbol». Aquí nos interesa la definición –lo que es– desde el punto de vista de la lógica. Toda la historia de la filosofía occidental está de acuerdo en que el fundador, es decir, el sistematizador de la ciencia lógica fue Aristóteles (384-322 a. C.). Para él la lógica tiene, por una parte, un carácter instrumental, entendiendo por ello que la lógica no es un estudio de los pensamientos con sentido y valor por sí mismo, sino más bien una propedéutica metodológica a la filosofía, lo cual no significa que la lógica no tuviera por sí misma una consistencia y una solidez característica y propia. De no tenerlas no podría ser camino e introducción a la ciencia, a la filosofía. Aristóteles no concibe a la lógica como puramente formal, es decir, no piensa que la lógica se reduzca a encontrar las formas puras del pensamiento, las estructuras válidas del pensamiento humano. A lo largo de este texto se entenderá más cabalmente lo que en las líneas anteriores se ha indicado. Releyendo o recordándolo podemos deducir lo siguiente: «Aristóteles es el fundador de la lógica». ¿Qué es lo que podemos apreciar en ello? 1º Que hay un individuo que piensa el juicio anterior «Aristóteles es el fundador de la lógica». 2º Que este individuo realiza un acto, una acción: la acción de pensar la proposición anterior. Esta acción podríamos decir que se lleva a cabo en la mente del individuo en un momento determinado y en un lugar concreto. 3º El pensamiento propiamente tal, que se da en todos los momentos, en todas las situaciones, por cambiantes que éstas sean, en las que un individuo piensa: «Aristóteles es el fundador de la lógica». Este pensamiento es el mismo en todos los casos; podríamos decir que es idéntico a sí mismo por más que hayan variado las circunstancias, los lugares y los individuos que lo piensen. De no ser así no podríamos ni siquiera formular lo que estamos diciendo.
4º Imágenes que ciertamente pueden acompañar al pensamiento del cual nos estamos ocupando. Efectivamente, puede ser que al pensar la proposición que estamos analizando,
imaginemos, al mismo tiempo, el lugar en donde suponemos que nació Aristóteles, la figura externa de Aristóteles, sus coetáneos, etc. Sin embargo, el pensamiento: «Aristóteles es el fundador de la lógica» es único, y este pensamiento como tal no contiene elementos sensibles, como lo veremos más adelante. 5º La expresión del pensamiento, o en otros términos, las palabras que lo contienen y que de alguna manera lo expresan. Es fácil darse cuenta de que estas palabras que empleamos –piénsese en la diversidad de lenguas– no son el pensamiento que tenemos, ni el pensamiento que tuvimos. 6º El correlato, el objeto al cual se refiere el pensamiento. Ciertamente todo pensamiento es el pensamiento de algo; este algo es el objeto, el correlato del pensamiento. Puede notarse que este objeto, este correlato, no se identifica con el pensamiento mismo. Aristóteles, el individuo que llevaba este nombre, era un sujeto de carne y hueso que, entre otras cosas, ya no existe actualmente, es decir, lo mencionado por el pensamiento, su objeto –en este caso– es algo material, espacial y temporal; por el contrario, la proposición que estamos analizando no es, como tal, ni temporal ni espacial; no es, definitivamente, algo material. La lógica, cuando menos la parte formal de la lógica, dedica su atención a los pensamientos mismos, sin considerar, haciendo abstracción, de que sean pensamientos de esto o de aquello. Vacía de contenido a los pensamientos y los estudia en su generalidad, dedicando particular atención a las formas de los mismos. Cuando formulo la proposición: «La luz es energía», estoy expresando un enunciado cuya significación concreta y cabal comprensión corresponde a una determinada rama del saber humano: la física. Ahora bien, lo que le interesa a esta rama del saber humano es que la luz sea un tipo de energía; pero cuando en lógica formulo la aseveración anterior: «La luz es energía» estoy proponiendo un tipo de aseveraciones –un tipo de juicios– sin que la luz en sí interese mayormente, ni que sea o no realmente energía.
Jorge Serrano. Pensamiento y concepto. 3 Jorge Serrano. Pensamiento y concepto. 4 Ciertamente que la lógica, al igual que las demás ciencias, es un conjunto de pensamientos; pero la lógica toma en cuenta los pensamientos mismos –los pensamientos en sí–, haciendo abstracción de lo que estos pensamientos señalen, mientras que las otras ciencias atienden particularmente a los objetos referidos o designados por los pensamientos, haciendo, por su parte, abstracción de los pensamientos mediante los cuales mencionamos lo que mencionamos. Se podría decir, con verdad, que la lógica general constituye la principal teoría o doctrina lógica. En efecto, considera, como se ha dicho, a los pensamientos en su aplicación incondicionada, necesaria, universal. Así, esta lógica general proporcionaría las bases para las lógicas especializadas
–lógica de las ciencias, por ejemplo–; estas lógicas parciales no serían totalmente formales ya que consideran las peculiaridades más generales de los objetos de los pensamientos correspondientes. De esta manera, los pensamientos que en la lógica de la ciencia natural componen un razonamiento inductivo se basan en ciertos comportamientos de los objetos naturales, así como una demostración matemática depende de la manera de ser de las entidades matemáticas. Podría decirse que la lógica general es totalmente formal –se refiere a los pensamientos en general–; por el contrario, las lógicas particulares, especiales –lo que actualmente se denomina la metodología– tratan a los pensamientos en su calidad de formas, pero no en su generalidad más completa, sino en cuanto que son formas especiales, formas de un determinado ámbito del saber humano. Así tenemos formas de los objetos de las ciencias de la naturaleza, formas de las ciencias matemáticas, etc. Como resumen podemos señalar lo siguiente: el pensamiento puede ser considerado desde dos puntos de vista: 1º Como la actividad, como la acción por la cual el hombre puede entender lo que tiene enfrente de sí: las personas, las cosas, las relaciones que entre éstas se dan. El hombre puede, igualmente, dotar de significado a lo que le rodea, puede también captar sentidos en lo que se le presenta. Todo lo mencionado indica que el hombre, al pensar, no solamente es pasivo, no solamente recibe las impresiones sensibles de lo que le rodea. 2º Como el resultado de esta actividad intelectual del hombre. En este sentido podríamos decir que los productos de su acción constituyen los pensamientos; de tal suerte que el hombre, cuando formula un juicio, cuando elabora un razonamiento, lo lleva a cabo mediante pensamientos.
Todo pensamiento se movería dentro de determinados cuadros, con relación a ciertos polos o puntos de referencia (el análisis y la síntesis). Esta concepción reconoce que las concepciones no materialistas, las concepciones no dialécticas de la lógica, examinan estos polos o puntos de referencia, pero en general son examinados aisladamente, es decir, que no se analizan con profundidad las cosas ya que la oposición de estos dos puntos de referencia o polos constituye precisamente, en un análisis minucioso, su enlace. Así las parejas de términos polares, los términos opuestos, designan «momentos», fases del pensamiento y se encuentran indisolublemente ligados entre sí. Existe también la concepción –distinta de la, que inicialmente señalábamos– que sostiene que el pensamiento vendría a ser simplemente una especie de nombre, de etiqueta, en relación con los objetos mencionados por los mismos. Esta forma de interpretar a la lógica, esta forma de considerar a los pensamientos, sostiene que a pesar de que la lógica es una de las disciplinas intelectuales más antiguas, todavía subsisten multitud de opiniones diversas acerca de si los conceptos y principios que ella maneja pertenecen o no a la misma lógica. Una de las consecuencias de esta concepción tanto de los pensamientos como de la lógica en general, es que las elaboraciones lógicas o científicas que manejamos son en realidad convenciones que hemos elaborado acerca de cómo manejar ciertos símbolos, proposiciones, leyes y verdades; otra consecuencia se debe al hábito psicológico que hemos contraído por la fuerza de la costumbre.
Jorge Serrano. Pensamiento y concepto. 5 Pensamiento podría ser considerado como la actividad intelectual que realiza el hombre a través de la cual entiende, comprende, capta «alguna necesidad» en lo que le rodea. Pensamientos serían los resultados de su pensar: conceptos, juicios, raciocinios. 1.2 DIFERENTES CONCEPCIONES DE LA LÓGICA Para una concepción materialista –dialéctica, tanto de las ciencias como de la realidad– lo que se piensa con respecto a la lógica y a los pensamientos no coincide enteramente con lo que acabamos de decir. Esta concepción sostiene que todo pensamiento es movimiento, de tal manera que el pensamiento que se detiene genera productos: obras, textos, ideologías, verdades; pero al hacer esto ha dejado de pensar, es decir, el pensamiento ha dejado de existir. Jorge Serrano. Pensamiento y concepto. 6

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